martes, 20 de agosto de 2013

La sociedad sacrificial I




Donde quiera que se encuentre un altar,  allí hay una civilización - Joseph de Maistre


Con esta provocadora cita de un contrarrevolucionario Francés quiero empezar, porque eso es precisamente lo que quiero demostrar razonadamente: A saber: que en toda sociedad natural, es decir, regida por equilibrios naturales o llamémoslo evolución natural, es imposible que haya civilización -es decir, una organización coordinada y pacifica de individuos distintos- sin que haya un altar de sacrificios. Y esto aplica no solo a las sociedades humanas sino a cualquier tipo de entidades distintas que quieran colaborar.

Cuando un ingeniero robotico quiera, en el futuro, que sus robots colaboren con otros robots desconocidos, será imposible si ambas clases de robots no tienen un subsistema de elaboración de mitos, un sistema que acepte creencias comunes y un sistema que organice sacrificios. Si esos robots no tienen esas capacidades será imposible que colaboren. Lo mismo ocurriría si humanos y alienigenas se conocieran alguna vez. Esto no lo postulo, sino que lo prentendo hacer ver a cualquiera que tenga uso de razón.

También quiero hacer ver que esa necesidad absoluta de sacrificios es algo muy exigente, que ha llevado a agotar y autoinmolarse a las propias sociedades o, más frecuentemente, a caer en manos de otras que son capaces de organizarse con una menor carga de ellos.   También quiero hacer ver que en definitiva, la Civilización con mayúsculas,como tal, necesita un sacrificio definitivo para liberar al hombre de la carga continuada de hacer sacrificios mas o menos onerosos y mas o menos sangrientos. Es decir, necesita un Cristo, para liberarlo del temor y la desconfianza hacia los demás y por tanto poder crear sociedades extensas donde el extraño sea bienvenido.

Todo esto ahora mismo es tan incomprensible como necesario que se comprenda. Incomprensible (e incluso risible)  porque vivimos en una sociedad que ya se ha liberado de los sacrificios a través de Cristo (aunque la mayoría no sean conscientes) y todo sacrificio nos parece algo primitivo, pero es necesario y urgente que se comprenda y salga a la luz porque la descristianización va a suponer de nuevo una vuelta a los sacrificios. Ya la estamos viviendo. En eso consiste el paganismo en su acepción extensa. Pretendo hacer ver cuales son los nuevos sacrificios que son la fundación de la nueva sociedad neopagana y totalitaria en la que vivimos y a la que nos dirigimos. Y por último, pretendo hacer ver que el estadio de toda civilización que sale del primitivismo y el ultimo de su decadencia, son los sacrificos humanos. Y esta no es una excepción.

La cultura de la Muerte no es una invención de marketing es un camino firme por el cual vamos y hacia el cual nos dirigimos y que las personas cristianas con sentido común ven que se avecina. Lo que yo añado son razonamientos que convenzan a no cristianos o incluso a anticristianos, que son la mayoría.

Mi idea era hacer tres ensayos para tres tipos de personas: uno un relato de ciencia ficción "Los robots sacrificiales" para las personas de mentalida épica mitica. Un ensayo racional basado en teoría de juegos, para las personas racionales y un relato emotivo para los de mentalidad mas sentimental.

Continuará.

4 comentarios:

  1. ¡Joseph de Maistre a red liberal! (a título póstumo, por supuesto)

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    1. 1000 veces antes que Roberspierre y 10000 antes que el tonto de Voltaire

      MW

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  2. Excelente! Políticamente incorrecto, incorrectísimo, pero real. De hecho ahora sacrificamos niños sin compasión ante el altar del dios libertinaje. Sacrificamos libertades ante el altar de la identidad nacional. Sacrificamos nuestro propio bienestar, nuestro propio progreso, ante el altar de la ideología.

    Pero no sufras, esto no va a durar toda la vida, es una curva de la ciclotímica, o bipolar, evolución. Algo ocurrirá, no tardando mucho, que dé la vuelta a la tendencia. Y vendrá de la mano de la tecnología.

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  3. Hace mucho no entraba, y realmente me ha llamado mucho la atención tu idea. Realmente deseo ver como unes las ideas.

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